España, es un país divido en 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, pero ¿desde cuando ocurre esto?
Aunque fue con la Constitución de 1978 cuando se dio nombre a estas divisiones, la distinción entre territorios era desde lejos notable. Un claro ejemplo se puede observar en la creación del Código Civil. Su tardanza se pudo ver entre otras cuestiones debido al particularismo jurídico, a la cuestión foral.
Esto sucedió porque España no era un país con mismas leyes e instituciones para todo el territorio, sino que había regiones con derechos y leyes propias. En esos momentos, no eran denominadas Comunidades Autónomas pero actualmente sí.
Tras la dictadura franquista (1939-1975) y el centralismo político que estuvo vigente en esa época, se quiso descentralizar el poder y reconocer la diversidad de las regiones que conforman a España. Por ello, fue en 1978 cuando se reconocieron las Comunidades Autónomas, aunque su creación no fue de forma instantánea y por diferentes vías. Cabe destacar que durante la Transición se promulgan las preautonomías, construyendo un modelo de Estado no centralista. La primera fue Cataluña, en 1977, se restablece la Generalitat con el presidente Tarradellas. Por su parte, la preautonomía vasca se materializa con el Consejo General Vasco a principios de 1978. También en 1978, se crea una Xunta de Galicia provisional.
Tras estas, se establecen las comunidades autónomas actuales, donde se conforman órganos legislativos elegidos por sufragio universal, y órganos ejecutivos.
Pero, ¿por qué muchos abogan por un país sin comunidades autónomas?
Son muchos los que creen que el Estado de las Autonomías no ha cumplido los fines para los que fue creado, y que además esta generando un gran coste al país. ¿Pero, que hay de cierto en eso? Estudios presentan que los Estados descentralizados no son mas costosos que los centralizados, ¿Nos sale muy caro el Estado Autonómico?. En este artículo, del economista Juan Ramón Rallo presentaba que “centralizar no es lo mismo que desburocratizar”. Y es que, aunque quitemos las comunidades autónomas habrá instituciones que seguirán vigentes pero enlazadas al Estado Central.
Muchas son las encuestas que se realizan sobre este tema, pero aunque la supresión del Estado Autonómico cuente ahora con más personas a favor que anteriormente, no hay una respuesta general.
Asimismo, algo contradictorio con esta idea es que al eliminar las Comunidades Autónomas, estaríamos eliminando la causa de su creación (nombrada anteriormente). Descentralizar el poder y reconocer la diversidad de las regiones que conforman a España es la razón por la cual las comunidades autónomas fueron reconocidas en las Constitución de 1978.
Si suprimimos las autonomías estaríamos centralizando todo el poder en un único gobierno y no estaríamos teniendo en cuenta las diferencias de los distintos territorios, y así todo aquello que fue creado según estás diferencias dejarían también de existir. Por ejemplo los derechos civiles forales.
Por otro lado, se plantea que aunque sería posible un Estado sin autonomías a largo plazo sería un gran error. El llamado "café para todos" no es la solución a este debate.
Tampoco es solución el debate sobre un referéndum, puesto que si se quisiera realizar un referéndum, este sería, según lo presentado en la Constitución de 1978 preceptivo, es decir, obligatorio, y decisorio (tiene repercusiones y no solo políticas).
Qué artículo tan interesante! Sigue subiendo este tipo de cosas.
ResponderEliminarQue interesante!
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